Casabona Marías, Julio Cesáreo

BIOGRAFÍA

Julio Casabona Gracia y sus hijos Antonio y Julio.

Don Julio Felipe Casabona Gracia había nacido el 22 de mayo de 1882, en la localidad zaragozana de Monegrillo, en el seno de una familia de labradores que pudieron enviar a estudiar a su hijo a la Escuela de Veterinaria de Zaragoza donde ingresó en 1896 con catorce años. Una ves que obtuvo el título de veterinario, se instaló en Sariñena y allí conoció a la que sería su esposa, Ascensión Marías Allué, con la que se casó el 24 de agosto 1904; fue en esta población donde residió definitivamente y en ella nacieron sus cinco hijos, Julia, Antonio, Miguel, Julio Cesáreo y Natividad.

De profundas convicciones republicanas, Don Julio participó activamente en la política altoaragonesa desde las filas del Partido Radical Socialista, asumiendo responsabilidades ejecutivas como vocal, en 1935, en el Comité Provincial de Huesca de la Unión Republicana y al año siguiente, desde la presidencia del comité local, defendió la candidatura del Frente Popular, la cual obtuvo un rotundo éxito en la provincia, en el conjunto del Partido Judicial y también en Sariñena.

Tras el golpe de estado del 18 de julio, el capitán comandante del puesto de la Guardia Civil de Sariñena, proclamó el parte de guerra aunque sin efecto alguno y el día 19 se constituyó un comité unitario iniciando las tareas de vigilancia y de defensa de la población ante posibles ataques de los sublevados triunfantes en las localidades vecinas. Las milicias del POUM y de la CNT, llegadas de Barcelona, condicionaron y determinaron las acciones represivas, pero también la estabilización del frente. La radicalidad revolucionaria de los recién llegados acabó, en numerosas ocasiones, con la eliminación de aquellas personas tildadas de fascistas y reaccionarias.

En Sariñena, destacados miembros de la derecha local que habían sido detenidos y trasladados a la cárcel, a instancias del nuevo comité, se hallaban temerosos por la suerte que podían correr. La actitud de los republicanos sariñenenses, posicionándose de forma activa en la defensa de la vida de los presos, fue determinante para que éstos salvasen sus vidas. El hijo menor de los Casabona, dejaba constancia del papel moderado de su padre ante la actuación de las columnas que imponían su “justica” por el resto de poblaciones para salvaguardar la vida de aquellos conservadores que se hallaban en prisión.

Los últimos días de julio, y durante la primera quincena de agosto, se produjeron los principales actos de aquellos incontrolados, los asesinatos del día 29, la quema de los muebles y documentos de los edificios eclesiásticos y la destrucción de la documentación custodiada por el notario de la localidad. Aquella situación debió suponer una gran contradicción para Don Julio Casabona, como militante activo de un partido moderado que defendía, sin dudarlo, el mantenimiento del orden constitucional republicano y el imperio de la ley.

Esta contradicción ideológica a la que nos hemos referido es la que se evidencia, también, al consultar los informes emitidos por la alcaldía y la Guardia Civil de Sariñena en la investigación que realizaron las autoridades franquistas contra Julio Casabona. En los informes iniciales fue acusado de ser uno de los máximos responsables de todos los males ocurridos “durante la dominación roja”, pero pasados unos años se reconoció su integridad y la defensa de aquellas personas que habían sido hechas prisioneras durante los primeros días del conflicto.

Don Julio, fiel a su ideología y principios republicanos, se ofreció al Ejército y fue movilizado por el Consejo de Sanidad de Guerra, siendo promovido al empleo de veterinario provisional con el grado de alférez, en octubre de 1936 y fue ascendido, sucesivamente, a teniente (enero de 1937) y a capitán veterinario provisional en agosto de 1938.- Sus destinos estuvieron relacionados por su condición de veterinario y combinó sus obligaciones en el Ejército del Este con la participación activa en la agrupación local de Unión Republicana.

Respecto a sus hijos, podemos señalar que Julia, la hija mayor ejerció como maestra en Sariñena durante la guerra civil; Antonio formó parte en el Comité Local que se formó durante las primeras jornadas del conflicto, se incorporó a a filas y posteriormente pasó a formar parte de la policía de la Generalidad de Cataluña; Julio estuvo destinado, desde enero de 1937 hasta el final de la contienda, en la Marina de Guerra Española, sin que conozcamos sus destinos ni su posible participación en combate y Natividad, la más joven de todos los hermanos, en agosto de 1936 se incorporó al hospital que se organizó en Sariñena y, en febrero de 1937, ocupó una plaza de auxiliar en los Juzgados de Caspe. Por último, Miguel Casabona, otro de los hijos de Don Julio -según un informe del alcalde de Sariñena del 30 de enero de 1939- “ha servido en el Ejército Nacional con brillante comportamiento”.

Tras la ruptura del frente de Aragón, los tres Casabona participaron en la defensa del territorio catalán, pero se vieron abocados irremediablemente al exilio. A finales de enero de 1939, Julio hijo cruzó la frontera y fue internado en los campos del sur de Francia siendo internado sucesivamente en Argelés, Saint Cyprien y Barcarés, donde según indicó años mas tarde: “En el último de estos campos me encontré con mi padre y con mi hermano, de quienes me separaron cuando me enrolé en una de las muchas compañías de trabajadores españoles que formaron los franceses”. Julio se alistó en la 15.ª CTE que se formó en Barcarés el 1 de mayo de 1939 y fue destinado al norte de Francia para construir fortificaciones fronterizas.

Tras la invasión alemana, vino el repliegue hacia Dunkerque, y Julio fue detenido el 5 de junio de 1940 en la localidad de Bray-Dunes iniciando, a continuación un largo recorrido que le llevaría al al stalag XVII-B, donde coincidieron los tres Casabona. En el mes de diciembre de 1941, la Gestapo visitó a los españoles y organizó su deportación: Antonio y Julio fueron embarcados en un convoy cuyo trayecto se acabó el atardecer del día 19 de diciembre en a la estación de Mauthausen, un lugar totalmente desconocido para aquel grupo formado por 341 republicanos.

Don Julio Casabona no formaba parte de este transporte, la Gestapo lo había dejado en la enfermería del stalag. La separación con sus hijos no fue muy larga puesto que el 23 de enero de 1942 se registró su ingreso en un transporte compuesto por quince españoles y un grupo de brigadistas internacionales. Tenía 59 años cumplidos, una edad que superaba la media de los deportados republicanos, y el hecho de haber sido deportado en una fecha más tardía, le libró el ser transferido a Gusen, junto a los miles de españoles que habían sido trasladados a lo largo de 1941, aunque también es cierto que la solidaridad de los españoles del block 13 con el padre de los Casabona, se produjo desde el mismo momento de su llegada al barracón, según reconoció más tarde. Julio y Antonio, fueron destinados al kommando Steyr donde sufrieron hambre y frío. A Julio se le congeló un dedo de un pie e ingresó en la enfermería del campo central asumiendo con temor las consecuencias si se complicaba su situación. Las informaciones transitaban rápidamente entre los españoles y Don Julio fue informado del ingreso de su hijo en la enfermería, pudiéndose reunirse de nuevo e intercambiar información de cuáles habían sido sus vicisitudes desde su separación. Julio, se hizo pasar por estudiante de medicina y ello le salvo, momentáneamente, aunque a su salida de la enfermería fue a parar a la cantera donde estuvo destinado unas semanas.

Julio y Antonio al ser destinados a Steyr, habían quedado muy preocupados por la suerte de su padre, quien por suerte pudo demostrar sus habilidades como veterinario lo que le llevó a las porquerizas del como cuidador de los cerdos que servían de alimento a los SS que vigilaban el campo. Desde este destino y también por su relación con la organización clandestina de los republicanos, Don Julio consiguió sacar a su hijo de la cantera y "colocarlo" en las cocinas del campo, siendo uno de los encargados de recoger diariamente las patatas, fuera del recinto del campo donde se encontraban los almacenes. La comida que sobraba a los SS, y que Julio debía transportar para los cerdos que cuidaba su padre, sirvió de alimento clandestino a un buen número de españoles.

Entre finales de 1943 y principios de 1944, Antonio fue devuelto a Mauthausen formado parte de una expedición que iba a ser destinado a otro kommando. Llegó en un estado calamitoso y la intervención de su hermano, al conseguir que fuese destinado con su padre, le garantizó la pronta recuperación y su futura supervivencia.

Los tres Casabona llegaron a la liberación del campo y fueron repatriados a Francia. Se se instalaron en Marsella donde Julio se casó en 1946 y, años más tarde, todos se desplazaron a Sudamérica de donde Don Julio y Antonio ya no regresarían. Julio se estableció en Buenos Aires, donde falleció su esposa en 1982, y unos años después regresó a Sariñena; se volvió a casar y desarrolló una importante labor de difusión de la memoria de la deportación republicana en Aragón, colaborando activamente con sus compañeros de la Amical de Mauthausen española, hasta su fallecimiento el 15 de julio de 1990.

Texto: Juan M. Calvo Gascón

Fuentes:

Cruz Ullod.

Reg. Civil Sariñena.

Archivo Amical de Mauthausen