Lambán Abadía, Ángel

BIOGRAFÍA

Ángel Lambán era un joven ejeano que con 16 años vio truncada su trayectoria con el golpe de Estado franquista del 18 de Julio y es que había nacido en Ejea el 22/09/1919 en el seno de una familia de labradores formada por el matrimonio Ángel Lambán Larrodé y Matilde Lamban Rodrigo, cuyo domicilio se encontraba en la calle Delicias, nº 8 de Ejea. Ängel, como muchos otros jóvenes de la comarca formaba parte del sindicato de la UGT y estaba afiliado a las Juventudes Socialistas de la localidad.

Al hacerse con el control de Ejea, los golpistas, Ängel huyó y permaneció escondido en los montes de la comarca hasta que pudo pasar a la zona leal a la República, para engrosar las filas del denominado “Batallón Cinco Villas” en lo que luego pasó a ser la 43ª División del ejército republicano.

Tras la Retirada republicana, estuvo interno en el campo de Saint Cyprien y en la primacera de 1940 fue detenido por los alemanes, formado parte, casi con absoluta seguridad, de una de la Compañías de Trabajadores Extranjeros que se habían formado en los campos de regugiados. Tras su detención permaneció internado en primer lugar en el stalag VIII C en Zagan (territorio ocupado de Polonia) y posteriormente en el XII D en Trèves, desde donde salió en deportación hacia Mauthausen, siendo inscrito en el campo del día 25 de enero de 1941 con la matrícula 4456. Unos meses más tarde, el 8 de abril, fue trasladado a Gusen donde se le adjudicó una nueva matrícula, la 12232.

Fue en este nuevo destino donde Ángel sufrió una situación complicadísima que conocemos gracias a su vecino Santiago Raga, quien lo recordaba en su testimonio: En Mayo de ese año [1941] estando todavía en Gusen, lo encontré un día en un estado muy desesperado, pues sufría de un fuerte dolor en el costado derecho. Le di ánimos pues otra cosa no podía hacer y al día siguiente le llevé un plato de comida y un pedazo de pan. Le volví a dar ánimos, pero nuestra entrevista fue corta pues los cabos de vara, que no nos dejaban nunca tranquilos, nos separaron. Al día siguiente volví a la barraca en la que se encontraba, pero no lo encontré, pues lo habían llevado al hospital. Después pasaron dos o tres meses sin saber nada de él, ya que en el hospital estaban prohibidas las visitas. Un buen día se me presentó un enfermero del hospital un tal D. Luis, que era español y me venía a dar noticias de Ángel Lambán Abadía. Me explicó que mi paisano había tenido una pleuresía en el pulmón derecho y que los nazis hicieron una experiencia médica con él. En efecto, le extirparon el pulmón derecho sin anestesiarlo, pero a pesar de ello soportó toda la operación en vivo- Me dijo también que Lambán quería verme y me indicó una hora determinada y un lugar donde poderme entrevistar con mi paisano. Efectivamente a la hora convenida y asomado a una ventana vi a Lambán. No tenía muy mal aspecto para la operación que había sufrido. Después me explicó el motivo por el que me había mandado llamar, que era el siguiente: el médico que lo había operado le había dicho si quería quedarse en el campo o ir a otro sitio. Él no sabía que contestarle y por eso me pedía consejo a mí. Yo le dije que en tales circunstancias no podía aconsejarle, ya que salir de ese infierno podía ser bueno, pero mucho peor si ibas al castillo “de irás y no volverás”. Por fin le dije que lo consultase con el médico… y dándole ánimos nos despedimos. Cuando tuve ocasión le pregunté a D. Luis si sabía que había sido de mi paisano y me dijo que había salido del hospital. Nunca lo volvimos a ver.

Ángel fue enviado al castillo de Hartheim, el 21 de agosto, seguramente bajo la excusa de que iba a ser trasladado a un sanatorio, pero el traslado aquel lugar significaba que muy pronto iba a ser cruelmente asesinado en la cámara de gas habilitada en dicho castillo, como realmente ocurrió unas semanas más tarde, siendo registrado su fallecimiento el 29 de septiembre, un día después de haber cumplido 22 años.