Pérez Legua, Martín

BIOGRAFÍA

La Guerra Civil tuvo consecuencias dramáticas en Blesa, una población que, tras el 18 de julio, quedó en poder de los sublevados pero la columna Carod-Ferrer, que se había formado en Gandesa, se acercaba liberando las localidades del Bajo Aragón y los hombres de izquierda, que habían huido de sus pueblos durante las primeras horas del levantamiento, se unían a la columna que avanzaba desde Alcorisa. Los sublevados, entre los que se encontraban voluntarios llegados de los pueblos de los alrededores, se concentraron en Muniesa a las órdenes del Comandante del puesto de la Guardia Civil Juan Montero. El enfrentamiento se produjo durante los primeros días de agosto hasta que los miembros de la columna Carod-Ferrer consiguieron doblegar la posición de los sublevados y avanzaron su avance dirección a Zaragoza.

Entre muertos en combate y los que fueron fusilados posteriormente, un total de 34 blesinos hallaron la muerte de forma violenta entre el 3 de agosto y el 10 de marzo de 1936. El 10 de marzo de 1938 Blesa era tomada por las tropas franquistas. Muchos fueron los que huyeron temerosos de las represalias. Las denuncias, los expedientes de responsabilidades políticas, la cárcel y la muerte se cernían sobre quienes habían tenido alguna significación política de izquierdas o se habían opuesto al triunfo del Alzamiento.

Martín nació en Blesa el 10 de noviembre de 1906 en el seno de una humilde familia de agricultores, había vivido directamente estos acontecimientos con una clara posición de rechazo a los golpistas lo cual le llevó hacia un exilio -separado de su esposa Elvira Calvo que permaneció en Blesa- por tierras lejanas, en un itinerario que duró una larga década plagada de sufrimiento, humillación y, también, de lucha por la supervivencia.

Las circunstancias personales de Martín las conocemos por las cartas que remitió, a partir de 1964 a sus compañeros que, en Barcelona, estaban intentando crear una asociación de ex-deportados supervivientes de los campos nazis. En estas misivas, Martín, dejó breves referencias que nos han ayudado a reconstruir su itinerario. Salió al exilio el 6 de febrero de 1939 por la ruta de Camprodom, Setcases y Prats de Molló. Tas unos días de permanencia en Arlés-sur-Tech fue trasladado al campo de Barcarés donde estuvo hasta el mes de mayo, cuando decidió alistarse en la 34ª CTE que se estaba formando en el campo y salió con destino a realizar reparaciones en las carreteras de la Saboya. En una fecha que desconocemos los miembros de esta CTE fueron trasladados a la frontera de Italia primero y hacia Suiza, después.

La permanencia de Martín en la 34ª CTE se prolongó durante un año, realizando diversos trabajos para reforzar las defensas del territorio francés. En mayo de 1940, con la invasión de Alemania, se produjo la debacle y desbandada del ejército francés. Martín y sus compañeros fueron arrastrados por aquellas circunstancias iniciando una retirada hacia ninguna parte, acabando en manos de los alemanes: "Cuando franquearon los alemanes la frontera me encontraba en Mollans (Hte. Garona) pero me sacaron antes que llegaran allí y por eso no puedo saber el pueblo que era pero la primera parada que hicimos con los alemanes fue Langres. Allí está mi fichero como prisionero de guerra y una foto con el número de matrícula en el pecho bien visible. La fecha de detención el 16 de Junio del 40 pero sin asegurarlo. Todo esto fue la suerte de la 34 Compañía de Trabajadores".

El propio Martín, en abril de 1990 testificaba que había permanecido en esta CTE desde el 1 de mayo de 1939 hasta el 15 de junio de 1940 y recordaba a otros compañeros de la Compañía: “Sobre los datos o testigos de la compañía 34 puedo dar nombres que estaban en dicha compañía pero todos pasaron por el crematorio José Cubero, Jerónimo Bordonada, Joaquín Baquero, Manuel Pina y Francisco Crespo todos ellos de Moyuela prov. de Zaragoza y Joaquín Castro de Alfanega Hueca”.

Fue detenido el 16 de mayo de 1940 y, al día siguiente, fue internado, como prisionero de guerra en el Frontstalag 123, situado en Làngres, donde se le adjudicó la matrícula 659. Posteriormente fue trasladado al Frontstalag 122, en Chaumont. Siete meses más tarde, un grupo de unos 200 republicanos, entre los que se encontraba Martín, fueron trasladados hacia el interior de Alemania, iniciando un itinerario por diferentes campos de prisioneros durante los próximos dos meses: el StalagVI-F (Bocholt), el VI-C (Bathorn/Emsland) y el XII-D (Tier) desde donde salieron hacia Mauthausen el 31 de enero en un convoy formado por unos 357 republicanos.

Martín ingresó en Mauthausen el día de abril de 1941, siéndole asignada la matrícula 4316. En aquella primera carta de diciembre de 1964, remitida, a los fundadores de la Amical señalaba cuáles habían sido los diferentes kommandos donde estuvo destinado: "Fui al comando de Bretstein en la segunda expedición, estuve hasta su disolución". Se trataba de un kommando, situado en los Alpes austriacos, de reducidas dimensiones, donde ya había llegado, unos meses antes, otro grupo de republicanos. En este lugar sufrieron penalidades extremas tanto por las condiciones de trabajo y la extrema climatología, como por la escasa alimentación que recibían. El kommando tenía como misión la construcción de una carretera local para mejorar las explotaciones agrícolas de la zona.

Una vez acabado el trabajo, fueron trasladados a Steyr donde Martín llegó muy deteriorado. En este nuevo destino estuvo trabajando hasta el 23 de abril de 1943 en que fue devuelto al campo central, aunque por poco tiempo, puesto que salió con destino al kommando ubicado en Saint Lamberch donde, al parecer, realizó trabajos agrícolas.

Una vez liberado permaneció durante cuatro años en Francia hasta que regresó a España a principios del mes de julio de 1949, momento en que se reencontró con su esposa. Se estableció en Blesa dedicándose a la agricultura. Allí se encontró con su convecino, José Magallón quien había sufrido un calvario parecido al suyo y que había regresado del exilio dos años antes.

También mantuvo una estrecha amistad con su compañero en Brestein y Steyr, José de Dios, de Fraga, quien había vuelto a la ciudad del Cinca con anterioridad, Será este superviviente fragatino quien le informe, en 1964, de la existencia de un grupo de supervivientes que, desde Barcelona, intentan reunir a la familia de la deportación dispersa por todo el territorio español. Martín contactó con los fundadores de la Amical cuando se estaba preparando el viaje a Mauthausen para celebrar el 20º aniversario de su liberación de los campos. José justificaba su ausencia en aquel homenaje en Mauthausen por razones bien obvias: "Respecto al viaje o peregrinación me es imposible pues no asiste la finanza cosa que siento porque veo lo importancia que tiene. Confío que el que vaya no perderá el tiempo. Desde Francia me dicen que estamos en España 360 ex-deportados así que aún quedan muchos desperdigados por el mundo". Problemas económicos y de aislamiento son las causas que impidieron su participación en aquel homenaje durante el cual se levantó el monumento que recuerda el martirio de los españoles en Mauthausen: “siento no poder acompañar, pues desde este rincón que me encuentro las noticias llegan muy escasas pero espero y deseo que debe haber mucha animación ...no se sabe si podremos ver las cosas por televisión pero en caso de no ser así os deseo tengáis un feliz viaje y nos traigáis buenas impresiones de lo que habéis visto y oído".

Martín enviudó en 1988 y los últimos años de su vida los pasó en Zaragoza, donde residían sus hijos. Falleció el 29 de abril del año 2000.

Fuente:

Archivo Amical de Mauthausen

Nota biográfiva en:

CALVO GASCON, Juan M., Dentro de poco os podré abrazar. Supervivientes aragoneses de los campos nazis, Andorra, CELAN-Gobierno de Aragón, Andorra, 2019, pp.84-99